MATERIALES CONTAMINANTE: El uso de materiales contaminantes en edificios, como formaldehído,
amianto, plomo, CFCs, disolventes tóxicos o PVC (policloruro de
vinilo), ocasiona un deterioro de la salud de sus habitantes y del
medio ambiente. La construcción, rehabilitación y demolición de
edificios también genera enormes cantidades de residuos. Se estima que
en España se generan cada año 22 millones de toneladas de escombros de
derribo y tierras de excavación.
Indudablemente, esta situación puede mejorarse en gran medida.
Greenpeace trabaja en este sentido desde sus campañas sobre bosques,
recursos hídricos, energía y tóxicos. Así, estamos proponiendo medidas
de ahorro y eficiencia energética y de uso de fuentes de energías
renovables en edificios (campaña solar del Sirius). Greenpeace también
ha presentado criterios para una construcción más ecológica de las
dependencias olímpicas de Sidney y de la candidatura de Sevilla 2004,
aceptadas por los respectivos comités olímpicos.
Desde la campaña de tóxicos, Greenpeace está trabajando por la
sustitución de materiales contaminantes en la construcción,
centrándose en la sustitución de compuestos clorados, como el PVC.
La decisión de eliminar este plástico ya ha sido tomada por muchas
autoridades locales, instituciones y arquitectos europeos.
La construcción del estadio olímpico de Sidney, que ha comenzado a
principios de junio, minimizará el uso de PVC, en concreto, utilizarán
alternativas en los materiales de fontanería, drenaje y pavimentación.
La ciudad austríaca de Linz ha conseguido eliminar progresivamente
hasta un 85% del PVC en los edificios públicos y seis de los nueve
gobiernos regionales de Austria han aprobado restricciones a su uso en
obras públicas.
En febrero de 1996, Bonn, la capital alemana, acordó prescindir al
máximo del uso de PVC en los edificios públicos: escuelas, guarderías,
residencias de ancianos y estaciones de metro. Desde 1989 se han
construido en Berlín unos 130 edificios públicos que han limitado su
utilización. De hecho, en Alemania, más de 200 ayuntamientos y seis
estados federales han decidido restringir su uso.
Los Gobiernos de Dinamarca y Suecia también están considerando en la
actualidad restricciones a este material.
Bergen, la segunda ciudad en población de Noruega, tomó en 1991 la
decisión de eliminar el PVC de sus edificios públicos. Desde entonces,
numerosos edificios nuevos y proyectos de reforma se han llevado a
cabo con una mínima utilización de este producto.
El Metro de Londres prohibió la utilización de cables halogenados en
sus estaciones (entre los que se incluyen los fabricados con PVC), a
raíz de un compromiso que adoptaron sobre seguridad ante incendios.
Las instalaciones de metro de Viena, Berlín, Düsseldorf y Bilbao,
tampoco utilizan este tipo de cables.
El 29 de mayo de 1996, el ayuntamiento de Barcelona decidió sustituir
progresivamente el uso de productos clorados, incluyendo PVC, de todas
las actividades, obras o servicios que se lleven a cabo con
participación municipal. Con esta decisión se unía a la veintena de
municipios españoles que ya han aprobado medidas para reducir el uso
de este plástico.
Todas estas iniciativas conllevan una mejora del medio ambiente y la
calidad de vida de estas localidades, impulsan el desarrollo del
mercado de materiales alternativos más limpios, y lo que es más
importante, fomentan el debate sobre los problemas ambientales
ocasionados por la construcción y la posibilidad de tomar medidas para
reducirlos.
Ciudades que han aprobado medidas contra el PVC en España
Badía del Vallès (Barcelona)
Barcelona (Barcelona)
Carmona (Sevilla)
Casas-Ibáñez (Albacete)
Castilleja de la Cuesta (Sevilla)
Coria del Río (Sevilla)
'Ecija (Sevilla)
Fene (A Coruña)
Guadalcanal (Sevilla)
Illescas (Toledo)
Jumilla (Murcia) (en moratoria)
Mairena del Aljarafe (Sevilla)
Mancor de la Vall (Mallorca)
Mislata (Valencia)
Montcada i Reixac (Barcelona)
Mugardos (A Coruña)
Narón (A Coruña)
Neda (A Coruña)
Novelda (Alicante)
Rinconada (Sevilla)
Ripollet (Barcelona)
Terradillos (Salamanca)
Tossa de Mar (Girona)
Utrera (Sevilla)
Parlamentos que han aprobado medidas contra el PVC en España
Andalucía
Cataluña
El PVC: un veneno medioambiental
Producción
El PVC es un plástico que lleva cloro en su composición (el 57% del
plástico virgen es cloro). Su fabricación, al igual que otros procesos
industriales que utilizan cloro, implica la formación y emisión al
medio ambiente de sustancias organocloradas tóxicas, persistentes y
bioacumulativas. Los gases, aguas residuales y residuos emitidos y
vertidos por las fábricas de este plástico contienen cloruro de
vinilo, hexaclorobenceno, PCBs, dioxinas y otras muchas sustancias
organocloradas extremadamente tóxicas.
Análisis encargados por Greenpeace han detectado concentraciones
alarmantes de dioxinas en lodos vertidos por Aiscondel en su fábrica
de Vila-seca, Tarragona. Solvay, otra empresa que fabrica PVC, ha sido
condenada por delito ecológico por la Audiencia de Barcelona, debido a
sus vertidos contaminantes al río Llobregat. La empresa se enfrenta a
dos nuevos juicios ya que la Fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona
ha denunciado que mantiene los vertidos. El mayor fabricante europeo
de PVC, la empresa EVC, se enfrenta estos días en Italia a un juicio
por la muerte de 116 trabajadores de una fábrica de cloruro de vinilo.
Los numerosos accidentes sufridos en su planta de Miranda de Ebro por
Elf Atochem, el tercer fabricante de PVC en España, muestran otro de
los riesgos que conlleva este producto.
La fabricación de este plástico también requiere mucha energía,
necesaria para separar el cloro del sodio, al que se encuentra fuerte
y establemente unido formando sal común. Los vendedores de PVC no
tienen en cuenta esta etapa de la fabricación cuando comparan el
consumo energético de este producto con el de otros materiales.
Productos de PVC y aditivos
Un producto de PVC puede contener hasta un 60% de aditivos, que le
confieren estabilidad, plasticidad o rigidez, color, etc.,
convirtiéndolo en un cóctel de compuestos químicos, muchos de ellos
tóxicos.
Si el producto de PVC es blando, como las mangueras y tuberías
flexibles, tapicerías, suelos o papeles pintados de vinilo, entonces
contienen plastificantes. Las sustancias que se utilizan como
plastificantes del vinilo son los ftalatos, unos compuestos que han
resultado cancerígenos en animales de laboratorio y que además son
estrogénicos, esto es, pueden alterar el sistema hormonal. Los
plastificantes se liberan de los productos de PVC blando.
Metales pesados tóxicos, como el plomo y el cadmio se utilizan también
como aditivos del PVC y se pueden encontrar en ventanas, persianas y
revestimientos de este material. Recientemente ha dejado de utilizarse
en Europa el cadmio. Su legado tóxico perdura en los productos que se
fabricaron con anterioridad y que aún se encuentran en nuestros
edificios.
Greenpeace ha analizado el contenido en plomo de persianas venecianas
comercializadas en España por cadenas tan importantes como El Corte
Inglés, descubriendo que contenían niveles muy elevados de estas
sustancias tóxicas. En EE.UU. las autoridades han retirado del mercado
estas persianas por el riesgo que suponen, sobre todo para la salud de
los niños. Las autoridades sanitarias españolas aún no han tomado
medidas al respecto.
Residuos de PVC
Los materiales de construcción de PVC tienen una vida media de 5 a 30
años, según el producto de que se trate. Una vez que se convierten en
residuos, estos materiales van a parar a las escombreras, vertederos
de RSU (Residuos Sólidos Urbanos) o incineradoras.
En los vertederos, los aditivos del PVC se liberan poco a poco de los
materiales que los contienen, contaminando el suelo y el agua. Si se
queman los residuos, ya sea en vertederos o incineradoras, el cloro
que contienen se convierte en ácido clorhídrico (un gas corrosivo) y
en sustancias organocloradas tóxicas, incluyendo dioxinas.
El reciclaje de residuos de construcción de PVC en España es
inexistente y la Asociación Nacional de Recicladores de Plástico
considera nulo su potencial. Muchos vendedores de ventanas de PVC,
aseguran que en Alemania sí reciclan las ventanas viejas de este
material. Greenpeace Alemania ha investigado a fondo estas plantas de
reciclaje y ha descubierto que únicamente se reciclan un 2% de los
residuos de construcción de PVC y que 8 de cada 10 ventanas que se
aseguraba contenían PVC reciclado estaban fabricadas con material
virgen. Debido a la baja calidad del PVC reciclado, las ventanas
podrían contener como máximo un 30% a un 50% de material reciclado,
por tanto, siempre quedará una importante cantidad de residuos -que
cada año aumenta-, y que terminará en vertederos e incineradoras.
Materiales de construcción de PVC e incendios
Los riesgos del PVC ante incendios han llevado a numerosos municipios
y empresas europeas, como el Metro de Londres o el de Bilbao, e
incluso a la Armada de los EE.UU. a sustituir el uso de productos
clorados. Cuando se queman materiales que contienen cloro, se forma
ácido clorhídrico y compuestos organoclorados. El ácido clorhídrico es
un gas muy corrosivo que produce graves daños materiales y humanos.
Este ácido reacciona también con los aditivos que contiene el PVC,
creando así un volumen mayor de humos tóxicos. Entre las sustancias
organocloradas que se forman durante la combustión del PVC se
encuentran las dioxinas, que contaminan las cenizas y escombros de los
incendios, convirtiéndolos en residuos tóxicos. En definitiva, el PVC
convierte un incendio en un accidente químico, multiplicando los daños
materiales, ambientales, humanos y económicos.
Materiales de construcción alternativos al PVC
Las alternativas son, en algunas ocasiones, más caras que el PVC, pero
sus ventajas ambientales, técnicas y su mayor duración compensan, en
nuestra opinión, la mayor inversión inicial. Además, el incremento de
la demanda de estos materiales alternativos reducirá a medio plazo su
coste. Estas alternativas muestran que es posible reducir, e incluso
evitar, el uso de PVC en la construcción o renovación de nuestros
hogares.
Los principales usos del PVC en construcción en España son:
Producto Materiales alternativos
tuberías de distribución cerámica, arcilla, acero inoxidable, cobre,
polietileno (PE), polipropileno (PP)
tuberías de evacuación y alcantarillado cerámica vitrificada,
arcilla, fundición, PE, PP
ventanas madera (procedente de sistemas de gestión forestal
sostenibles)
cables e instalaciones eléctricas poliolefinas (PE, PP y
copolímeros), baquelita, cerámica
revestimientos linólio, corcho, madera, piedra, cerámica
cubiertas impermeabilizantes PE, caucho (EPDM = monómero de etilén-
propilén dieno)
Principales usos de PVC en Construcción y Agricultura en España
(268.395 toneladas)
65,5 % Tuberías
15,5 % Perfiles
(ventanas y persianas)
8 % Cables
3,5 % Mangueras
2,4 % Láminas impermeabilizantes
0,5 % Suelos
4,6 % Otros
En el mercado español se pueden encontrar alternativas más respetuosas
con el medio ambiente a todos los usos de este plástico. Puedes
conseguir el informe Construyendo el futuro: una guía para construir
sin PVC y el disquete Alternativas al PVC, que contiene una base de
datos de fabricantes y distribuidores en España, solicitándolo por
correo electrónico a informacion.